¿Tiene dificultades en el trabajo? ¿Te preguntas una y otra vez si el trabajo te pone enfermo? ¿Estás en una fase en la que ya no quieres trabajar en esa empresa? ¿Estás pensando en cambiar de trabajo, pero no estás seguro de hacerlo? Puede que sea el momento de plantearte si necesitas un nuevo empleo.
A veces esperamos demasiado para reconocer que un trabajo ya no es adecuado para nosotros, pero esperar puede tener consecuencias negativas. Puede ser más fácil permanecer en una empresa, sobre todo cuando te llevas bien con tus compañeros, aunque no te entusiasme el trabajo.
Sin embargo, a veces es buena idea tomar la difícil decisión de cambiar de trabajo. Por supuesto, la mayoría de la gente no puede permitirse dejar un trabajo que no le gusta en un abrir y cerrar de ojos, pero retrasarlo demasiado puede ser perjudicial para uno mismo y para los demás.
Pero ¿cuándo es el mejor momento para cambiar de trabajo y cómo saber cuándo tomar la decisión de empezar a buscar un nuevo empleo?
Cambiar de trabajo ¿Estás preparado?
Quedarse no siempre es la decisión correcta, incluso cuando no es fácil abandonar una empresa. Esperar demasiado para encontrar un nuevo empleo puede causar un estrés grave, provocar depresión, problemas de relación con los demás e ira.
Si no planificas bien tu dimisión, puedes encontrarte atrapado entre un trabajo que odias y la imposibilidad de dejarlo. Además, esto arruinará tus posibilidades de mantener una relación positiva con tu jefe. O peor aún, puedes acabar despedido o apartado porque no eres productivo.
Te dejo a continuación las 10 primeras señales que te indican que debes de plantearte cambiar de trabajo.
Ya estás pensando en buscar un nuevo trabajo.
Si ya has estado dándole vueltas a la idea de cambiar de trabajo, lo más probable es que ya tengas una buena razón para hacerlo. Si siempre estás pensando en lo mucho que odias tu trabajo, o en lo poco que te gustan tus compañeros o tu jefe, deberías tomártelo como una señal de que ha llegado el momento de empezar a buscar un nuevo empleo.
Conversaciones con amigos y familia con quejas del trabajo.
Si todas las conversaciones durante la cena empiezan y acaban con comentarios negativos sobre tu jornada laboral, puede que haya llegado el momento de buscar un trabajo que no te lleve a quejarte constantemente, sino a mantener conversaciones productivas sobre tus retos profesionales, las lecciones aprendidas y los mejores momentos del día.
Sueñas demasiado con la jubilación, aunque seas joven.
Te pasas el día soñando con la jubilación, calculando años, meses y días para alcanzar el codiciado hito. No pases tu vida profesional en modo cuenta atrás. En lugar de eso, aprovecha ese sentimiento y utilízalo como motivación para encontrar un puesto de trabajo que te satisfaga y te llene emocionalmente.
Tu sueño se interrumpe constantemente.
Tienes dificultades para conciliar el sueño o te despiertas durante la noche preocupado por tu trabajo. Dormir es muy importante para la salud, y el estrés inducido por el trabajo puede ser una de las causas de las dificultades para conciliar el sueño.
Por desgracia, esta falta de sueño puede agravar una situación ya de por sí difícil, haciendo que tu trabajo parezca aún peor. Estar cansado todo el tiempo puede hacer que todo parezca un reto.
Tienes síntomas fuertes de estrés.
Tu salud física puede ser a veces un indicador de tu salud mental, y si te sientes mal en general o tienes una sensación persistente de malestar, tu trabajo podría ser el culpable. Si tu trabajo te pone enfermo, es un indicador clave de que ha llegado el momento de buscar un nuevo puesto de trabajo.
Bebes o fumas demasiado.
Aunque está bien relajarse con una copa de vino después del trabajo, tu día no debe llevarte a beberte una botella o a servirte un vaso tras otro de licor fuerte. Si crees que tu trabajo te lleva a consumir demasiado alcohol o cigarrillos, deberías tomarte un tiempo para reflexionar sobre tu situación profesional.
Tienes poco apetito o comes más de lo habitual.
Algunas personas recurren a la comida del mismo modo que al alcohol o al tabaco, pero el estrés también puede hacer perder el apetito en general. Si comes en exceso o no tienes apetito debido al estrés en el trabajo, es señal de que este trabajo puede no ser adecuado para ti.
Temes a los Lunes.
Si empiezas a sentirte ansioso cada domingo por la tarde pensando que tendrás que ir a trabajar al día siguiente, empieza a buscar un nuevo empleo. Es normal estar cansado por las mañanas, pero si cada mañana te resulta una agonía levantarte de la cama, puede ser un síntoma de que ha llegado el momento de plantearse nuevas oportunidades profesionales.
Bajas la productividad en el trabajo.
Te aburres más a menudo y no sientes pasión por lo que haces. Si consultas el móvil y Facebook cada diez minutos, pasas tiempo en Instagram, estás constantemente en YouTube o te aburre cualquier actividad, quizá debes buscar un trabajo más estimulante mentalmente.
Discutes más a menudo con compañeros o jefes.
No sientes que tengas control sobre tu trabajo. Si tu insatisfacción con el trabajo está provocando tensiones en la oficina o si has recibido advertencias sobre tu rendimiento o comportamiento, sin duda ha llegado el momento de empezar a buscar un nuevo puesto. Lo mejor es dejar un trabajo en buenos términos, para conservar un buen recuerdo y una buena impresión para futuras referencias y mantener tu red de contactos.
Por supuesto, estos signos pueden ser indicadores de otros problemas personales, emocionales o físicos, pero si está estresado por el trabajo y experimenta algunos de estos síntomas, sin duda necesita reevaluar tu situación laboral.
¿Cuál es el siguiente paso?
Si has decidido superar esta situación, no puedes limitarte a dejar su trabajo. Lo primero que hay que hacer es empezar a buscar trabajo. El primer paso en la búsqueda de un nuevo empleo es tener un CV eficaz que llame la atención de los departamentos de recursos humanos y te permita conseguir entrevistas de trabajo.
Además, centrarte en la búsqueda de un nuevo empleo te dará un nuevo enfoque diario y te permitirá no pensar demasiado en tu trabajo actual que odias. Si cada vez que encuentras una situación en tu trabajo actual que odias o que te hace sentir mal piensas «vale, ¡pero mientras tanto busco un nuevo trabajo!» te ayudará a vivir mejor esas situaciones y a superarlas.