La gestión adecuada de tus finanzas empieza por decidir tus prioridades. Es importante reconocer tus prioridades, especialmente en las finanzas, porque son las que determinan la mayor parte de los resultados financieros de tus inversiones.
Según la ley de Pareto, la mayoría de las consecuencias que sufres son el resultado de un pequeño (pero decisivo) puñado de elecciones. Pero, ¿cómo se aplica este principio a sus finanzas? Averigüémoslo juntos.
Principio de Pareto: Regla del 80/20
¿El 20% de las elecciones causan el 80% de las consecuencias? Reconoce tus prioridades financieras. El principio de Pareto es un resultado estadístico-empírico que se encuentra en muchos sistemas complejos con una estructura de causa-efecto.
Lleva el nombre de Vilfredo Pareto (1848-1923), uno de los principales economistas y sociólogos italianos, y se aplica en una sorprendente multitud de campos y disciplinas. El principio establece que aproximadamente el 20% de las causas causan el 80% de los efectos.
Comienza con un estudio de la distribución de la renta. Tras realizar una investigación, Pareto demostró que en 1897, en una región determinada, solo unos pocos individuos poseían la mayor parte de la riqueza. De hecho, según el economista, en aquella época en Italia un 20% de la población poseía el 80% de la tierra.
Esta observación fue la que inspiró la llamada «ley 80/20«, una ley empírica de carácter estadístico que también se conoce como principio de Pareto (o principio de escasez de factores).
En resumen, se puede afirmar que (considerando los grandes números) la mayoría de los efectos se deben a un pequeño número de causas. Por supuesto, los valores 80% y 20% son solo indicativos, pero es interesante observar que numerosos fenómenos tienen una distribución estadística acorde con estos valores.
Si buscamos ejemplos prácticos, encontraremos que esta ley se aplica en varios sectores:
- Comercio: el 20% de los productos o clientes facturan el 80% de los ingresos.
- Almacenamiento: el 20% de los productos ocupan el 80% del espacio de las estanterías.
- Internet: el 80% del tráfico de datos se genera en el 20% de los sitios web.
- Transporte por carretera: el 80% de los desplazamientos se realizan en el 20% de las carreteras.
- Llamadas telefónicas: el 80% de las llamadas se realizan desde el 20% de los contactos guardados en la agenda.
Por último, en las finanzas, el 20% de las empresas que cotizan en bolsa generan el 80% del valor bursátil, y a su vez el 20% (de ese 20%) genera el 80% de la capitalización y los beneficios.
Aplicar el principio de Pareto en tus finanzas
¿Por qué la «ley 80/20» puede ayudarte a gestionar mejor tus recursos financieros? Cada día tomamos decenas de decisiones, pero solo unas pocas afectan de forma significativa a nuestra existencia. Muchas de estas decisiones se refieren a la gestión de nuestras finanzas.
Razonando según el principio de Pareto, algunas de las decisiones financieras que tomes hoy mismo podrían formar parte del 20% de decisiones fundamentales que determinarán tu bienestar financiero mañana.
¿Debes dedicar más tiempo a elegir un coche o a elegir un plan de inversión inteligente? ¿Sería mejor empezar a pensar en la jubilación alrededor de los 40 años o antes? ¿Debes comprar una casa o pagar un alquiler?
Equivocarse en cuatro o cinco elecciones financieras clave podría tener un impacto decisivo en tu trayectoria vital. Podemos aprender valiosas lecciones de la ley de Pareto, especialmente en lo que respecta a la gestión de prioridades.
En primer lugar, ahora nos damos cuenta de que, en cualquier campo, solo el 20% de las actividades totales son realmente decisivas. El 80% restante es importante, pero tiene un papel “secundario”.
Por ejemplo, es posible que ahora tengas claro que el 80% de los gastos que realizas está impulsado por el 20% de las partidas de gasto totales. Este sería un dato enormemente valioso si quisieras tratar de revisar tus gastos.
Regla del 80/20 en tus ingresos
Veamos esta regla aplicada en tus ingresos. La ley de Pareto sugiere que el 80% de tus ingresos también provendrá del 20% de tus inversiones. Pero recuerda que lo contrario también es cierto: la otra cara de la moneda implica que el 80% de tus pérdidas puede provenir del 20% de tus inversiones.
Por eso puede ser útil que te tomes el tiempo necesario para entender tu perfil de riesgo y, basándote en este razonamiento, reequilibrar las inversiones en consecuencia para minimizar el riesgo.
Podrías analizar conscientemente tu balance, evaluando la eficacia de las inversiones que has hecho hasta ahora para seguir apostando por las que han dado mejor resultado y abandonar las que han resultado menos fructíferas.
En resumen, la regla clave es la siguiente: céntrate en lo que es realmente importante, establece tus prioridades y elimina el «ruido de fondo».
Para asegurarte de que estás tomando las decisiones financieras correctas, puedes contar con un profesional competente que te ayude a optimizar las inversiones y hacerlas eficientes. Me refiero a un asesor financiero especializado.