El lenguaje corporal en una entrevista es importante. Muy importante. Durante la entrevista puedes decir las cosas más sensatas e inteligentes, pero si estás contando una historia diferente con tu lenguaje corporal, dará una impresión equivocada de ti. Puede parecer inseguro, poco fiable o arrogante.
Ciertamente, en comparación con el lenguaje corporal, las aptitudes y los conocimientos son más relevantes para conseguir el trabajo. Sin embargo, en caso de que haya candidatos más adecuados, el lenguaje corporal en una entrevista puede ser la balanza entre ser contratado o rechazado.
Por lo tanto, es crucial tener en cuenta algunas reglas básicas del lenguaje corporal que te ayudarán a aumentar considerablemente tus posibilidades de éxito durante la entrevista.
Superar con éxito una entrevista y ser contratado es un proceso muy difícil porque el éxito viene determinado por una serie de factores como las habilidades, los conocimientos y el lenguaje corporal, entre otros. Por este motivo, es normal que la entrevista no siempre sea un éxito y que, por lo tanto, te rechacen. Pero con este artículo aumentarás tus posibilidades de éxito.
El lenguaje corporal en una entrevista de trabajo
Como a menudo no somos conscientes de lo que dice exactamente nuestro lenguaje corporal durante una entrevista, con este artículo podrás entender lo que estás comunicando con tu cuerpo. De este modo podrás utilizar conscientemente tu lenguaje corporal para dejar claro exactamente qué tipo de persona eres y por qué eres la persona adecuada para el puesto. ¿Estás preparado?
El primer apretón de manos
El primer apretón de manos debe ser firme. No esperes a que la otra persona te dé primero el apretón de manos. Adelántate y, si puedes, sé el primero en estrechar la mano. Esto demuestra que te sientes seguro de ti mismo y que estás preparado para empezar la entrevista.
Evita dar un apretón de manos suave. Puede dar la impresión de que te sientes inseguro. Tampoco estreche demasiado la mano de la otra persona. Un apretón de manos así puede dar la impresión de que eres demasiado dominante o de que quieres (sobre)compensar tu inseguridad.
Esta es una de las reglas más importantes del lenguaje corporal en una entrevista de trabajo.
Evite las manos sudorosas
¿Sudas en exceso? Refréscate antes de entrar en el edificio. Asegúrate de llevar siempre contigo un pañuelo para secarte las manos.
Si te sudan las manos justo antes de la entrevista, límpiatelas suavemente en el regazo cuando se levante de la silla. Evite las manos mojadas, ya que pueden dar la impresión de estar nervioso y/o inseguro.
Mantener el contacto visual
Procura tener una sonrisa natural, una voz firme y un contacto visual constante cuando estreches la mano y te presentes a tu interlocutor. Si tus ojos se apartan de tu interlocutor, puedes parecer inseguro, deshonesto, indiferente o incluso arrogante.
Siéntate recto
Puede parecer obvio, pero si tu silla tiene brazos laterales puedes sentir la tentación de inclinarte hacia la izquierda o la derecha. Intenta evitarlo. Si te sientas encorvado en la silla, puedes parecer descuidado y/o indiferente.
Intente sentarse con la espalda recta y apoyada en el respaldo. Si te inclinas hacia delante durante la entrevista, mantén los hombros bajos. No te hagas demasiado «grande». Asegúrate también de respetar el espacio personal de tu interlocutor y no te acerques demasiado.
No te muevas en la silla y mantén las piernas quietas. Intenta encontrar un equilibrio entre el movimiento y una postura formal. Alguien que usa demasiado las manos y los brazos puede ser percibido como molesto. Lo mismo ocurre con alguien que no se mueve en absoluto.
No intentes ocultar demasiado tu estrés
Tienes que dar la impresión de ser una persona natural y agradable con la que hablar. Si muestras un estrés saludable, darás la impresión de que el trabajo es importante para ti. Si te muestras demasiado estoico, puedes parecer indiferente.
Mantén siempre el contacto visual
Es posible que tengas varios interlocutores en una entrevista de trabajo. Intenta mantener el mismo contacto visual con todos cuando le toque hablar. Nunca se sabe cuál de los presentes tendrá más influencia en la decisión sobre tu futuro. Intenta mostrar el mismo respeto por cada interlocutor.
Intenta mantener el contacto visual con la persona que está hablando. Así demostrarás que eres sincero y estás interesado. Cuando alguien te haga una pregunta, mírale a los ojos al principio de tu respuesta y luego desplaza la mirada hacia el otro interlocutor.
Intenta no apartar la mirada ni girar los ojos hacia abajo cuando respondas a una pregunta. Puede hacerte sentir cómodo, pero también puede dar la impresión de que eres inseguro o de que no dices la verdad. Mira a tu interlocutor a los ojos y luego desvía la mirada hacia los demás comensales.
Asiente solo cuando estés de acuerdo
Algunas personas asienten constantemente para demostrar que entienden lo que dice el entrevistador. Esto puede percibirse como (demasiado) obediente o poco sincero. Por lo tanto, asiente con la cabeza sólo cuando estés de acuerdo, cuando entiendas un punto importante y cuando quieras invitar a tu interlocutor a seguir hablando.
Además, mantén la cabeza lo más quieta posible y/o intenta reflejar los movimientos de cabeza de tu interlocutor. Si reflejas sutilmente los movimientos (de cabeza) de tu interlocutor, implícitamente demuestras que estás de acuerdo con lo que se dice.
Nunca cruces los brazos
Los brazos cruzados dan la impresión de ser una persona «cerrada». En consecuencia, los brazos cruzados suelen interpretarse como símbolo de inseguridad, falta de fiabilidad o desinterés. Por lo tanto, intente evitar cruzar los brazos. Esta es una de las reglas más importantes del lenguaje corporal en una entrevista de trabajo.
Utiliza los brazos (únicamente) para enfatizar tu mensaje. Practica en casa frente al espejo y/o con tus amigos y familiares. En Internet puedes encontrar muchos vídeos instructivos que muestran cómo enfatizar distintos mensajes con los brazos y las manos.
Si estás sentado en una mesa, pero no estás hablando, pon las manos sobre las rodillas o sobre la mesa. Si pones los brazos y las manos sobre la mesa, inclínate suavemente hacia tus interlocutores. Así enfatizarás que estás escuchando atentamente. Puedes cruzar las manos sin apretarlas demasiado.
No te toques demasiado
Puede sonar extraño, pero es un reflejo natural tocarse la nariz, las mejillas y los labios al hablar. Es una forma habitual de calmarse. Intenta evitarlo. Si te tocas demasiado la cara o juegas con las manos, los dedos o las joyas puedes ser percibido como inseguro y/o poco fiable.
¿Cruzar las piernas o no cruzarlas?
Depende de tu personalidad. Si eres seguro por naturaleza, las piernas cruzadas pueden confirmar tu comodidad, pero también revelar arrogancia. Si eres inseguro por naturaleza, las piernas cruzadas reflejarán y confirmarán tu incertidumbre.
Es increíble lo que puede hacer una sonrisa Como hemos escrito antes: sé la persona que quieres ser. A todo el mundo le gusta una sonrisa natural. Una sonrisa natural te hará parecer simpático, seguro de ti mismo y servicial.
No fuerces la sonrisa
No fuerces la sonrisa y no sonrías durante toda la entrevista. Puedes sonreír cuando la conversación sea desenfadada, pero intenta tener un semblante más serio cuando hables de cosas serias.
No intente ser gracioso. No conviertas tu entrevista en un cabaret. Y, sobre todo, ¡no te rías de tus propios chistes! Es vergonzoso reírse cuando los demás no lo hacen. Sonríe sólo cuando haya un motivo claro.
Tampoco frunzas el ceño durante la entrevista de trabajo. Si lo haces, puede parecer que no entiendes a tu entrevistador o que no confías en él. Si lo hace al hablar, puede parecer complaciente o poco digno de confianza.
Nunca mires hacia abajo cuando respondas a una pregunta
Mantén el contacto visual cuando respondas a una pregunta. Si miras hacia abajo, puede parecer que no estás seguro de tu respuesta o que estás dando una respuesta poco fiable. Si mantienes el contacto visual, parecerás seguro y digno de confianza.
Tu voz puede revelar más de ti de lo que crees. Por eso, mantén la entonación y el ritmo bajo control (¡no demasiado rápido!) y, sobre todo, la respiración. Una buena respiración calmará tus nervios y hará que la conversación sea mucho más agradable.
Esta es una de las reglas más importantes del lenguaje corporal en una entrevista de trabajo.