¿Has asistido alguna vez a un curso de gestión del tiempo? ¿Has leído alguna vez alguna guía de gestión del tiempo? En el pasado he probado varios sistemas de gestión del tiempo. Bueno, ¿sabes qué? ¡Todo son tonterías! Si tienes la valentía de seguir leyendo, te explicaré por qué.
El temporizador
El último artilugio que he probado es el temporizador. Sucede que en algún momento te das cuenta de que estás perdiendo el tiempo y, para intentar remediarlo, piensas que un temporizador puede obligarte a hacer todas tus tareas en el tiempo establecido. Sí, porque después de 30 minutos, una hora, 20 minutos (tú fijas el tiempo) te avisa de que tienes que dejar de hacer lo que estabas haciendo.
De este modo, aunque no hayas terminado la tarea, te verás obligado a parar y pasar a la siguiente. Esto no es un problema, porque te dices a ti mismo: «vale, mañana tendré que dedicar menos tiempo a esta tarea«. Pero al día siguiente te das cuenta de que se repite exactamente la misma situación.
Así que, después de perder un día buscando un programa gratuito adecuado, pierdes otros dos días utilizándolo. Después de perder tres días, no vuelves a utilizarlo. El temporizador utiliza la técnica del timeboxing, una estrategia de planificación del tiempo utilizada en la gestión de proyectos (normalmente de software). La filosofía es la siguiente: si sabes que tienes mucho tiempo disponible, seguro que lo desperdicias, mientras que si sabes que tienes poco, lo optimizarás. Sí, pero ¿dónde pones la atención?
La multitarea
Otro sistema que algunos dicen utilizar es la multitarea, un término informático que significa: hacer varias cosas a la vez. Pues bien, como informático, puedo decirte que la multitarea en los ordenadores es ficticia: cualquier ordenador del mundo realiza siempre una sola instrucción a la vez. El hecho es que en un segundo ejecuta millones de instrucciones y tienes la ilusión de que las ejecuta simultáneamente.
Claro que hay procesadores paralelos, pero un solo procesador ejecuta una sola instrucción a la vez. De vuelta a los humanos. No sé tú, pero yo nunca he sido capaz de hacer más de una cosa a la vez. Cada vez que he intentado hacer dos cosas a la vez, no he hecho bien una de ellas. Para ilustrar la razón de lo que digo, tendría que entrar en explicaciones psicológicas y este no es el lugar adecuado.
Sin embargo, como profesor de yoga, te digo que no puedes estar siempre pensando en el trabajo y que, al menos en la mesa, debes relajarte y disfrutar de la comida que tienes en el plato. Lo mismo si escuchas música, por ejemplo. Si escucho una pieza de Chopin, necesito prestar mucha atención a cada secuencia de notas, a los ritmos compuestos subyacentes, a los delicados pero complejos acordes que armonizan la pieza.
Créeme, si eres músico, estarás de acuerdo conmigo en que no puedes mezclar la escucha de música con la lectura de un libro. Un cuadro de Monet no debe ser mirado sino observado. De hecho, más que eso: hay que disfrutarlo.
Estas son algunas estrategias inútiles que he utilizado en el pasado:
- Temporizador
- Mapas mentales (aunque a veces son útiles y te hablaré de ellos en otro post)
- Listas de tareas
Estrategias que si funcionan

Si quieres forzarte a optimizar al máximo tu tiempo, tu trabajo se volverá de repente triste y frustrante. Sin embargo, con el tiempo me he dado cuenta de cuál es la verdadera solución. No necesitas días de 48 horas. No necesitas más tiempo, sino aprovechar mejor el que ya tienes (y desperdicias).
Verás, he perdido tres días intentando usar un temporizador, habría sido mejor escribir tres entradas en el blog, ¿no? Ya está, tu has perdido 5 minutos leyendo esta entrada, pero quizá nunca pierdas tres días intentando usar un temporizador, gracias a mis consejos. Cuando sepas cómo utilizar tu tiempo de forma productiva, te darás cuenta de lo que valen tres días en términos monetarios. Ahora que entiendes que no tienes que perder el tiempo que ya tienes, me gustaría darte algunos consejos útiles:
Si algo no funciona, hay que cambiar el sistema.
Si han pasado dos o tres meses y tus esfuerzos en el nuevo proyecto no han dado resultados, algo está mal. Si han pasado dos meses y todavía tienes 2 o 3 suscriptores al día en tu lista, algo va mal. Si nadie se ha interesado en tu proyecto en meses, algo va mal. Si todavía no has ganado dinero, algo va mal. Significa que estás perdiendo el tiempo. Significa que podrías aprovechar mejor tus días.
Si pasas demasiado tiempo haciendo algo, cambia tu estrategia.
No te lo vas a creer, pero antes tardaba dos o tres días en escribir dos hojas de un libro. Soy muy exigente con ciertas cosas y odio escribir tonterías. Odio escribir algo inexacto que pueda ser fuente de discusión estéril. Este empeño me llevaba a veces a pasar días enteros pensando la trama. Pues bien, hoy ya no es así. Hoy puedo escribir dos hojas en poco mas de una hora y dedicar el resto del día a otras actividades más provechosas. ¿Cómo lo he conseguido? Adoptando una estrategia más eficaz y, de momento, parece que funciona. ¿Has oído hablar alguna vez del principio de Pareto? Un 20% de esfuerzo produce un 80% de resultados.
Comprueba dónde pierdes el tiempo.
¿Con qué frecuencia compruebas tu correo? Yo me propongo revisar el correo no más de tres veces al día, ya que esto me permite responder con bastante rapidez. Ten cuidado porque hay gente que revisa su correo todo el tiempoy al final se convierte en una obsesión con mucho tiempo perdido.
¿Cuánto tiempo pasas en Facebook? Facebook es un agujero negro. Aquí debo indicar que aún no he logrado optimizar mi tiempo. Me explico: cuando uso Facebook para trabajar, los tiempos están optimizados. Actúo como un láser y sólo «golpeo» donde es necesario. Sin embargo, paso bastante tiempo en discusiones en diferentes grupos dentro de la plataforma que no llevan a ningún lugar.
Planifica tus objetivos.
No puedes ir a ciegas. Tienes que saber exactamente qué objetivos quieres alcanzar a largo plazo. Una vez que esto esté claro, tienes que dividir tu viaje en varios objetivos a medio plazo. Por último, divide cada objetivo a medio plazo en objetivos a más corto plazo. Intenta ceñirte a tus objetivos a corto plazo. Aquí volvemos al punto número dos: ¿no has alcanzado tu objetivo? Cambia tu estrategia.
Después de leer esta entrada, es posible que pienses que los cursos de gestión del tiempo son todos bromas y… ¡una inútil pérdida de tiempo! Bueno, no es exactamente así: no todo es un desperdicio hay cosas interesantes en algunos sitios. La idea de este post es sacar a relucir que es inútil optimizar tu tiempo si tus actividades principales no son productivas.