Todo el mundo tiene un sueño, grande o pequeño, que espera ser cumplido. La forma de gastar el dinero es la clave para poder ahorrar. ¿La mejor manera de lograrlo? Establecer objetivos concretos.
Ya sea un viaje de ensueño, un coche nuevo, una primera vivienda, unos ahorros para la educación universitaria de los hijos o unos ingresos para la jubilación, son muchos los objetivos que nos gustaría alcanzar a lo largo de nuestra vida. Para ello, es imprescindible apartar una pequeña cantidad de dinero que, con la constancia y el paso del tiempo, nos permitirá construir un buen ahorro para cualquier necesidad que tengamos.
Aunque esto puede parecer bastante fácil en palabras, en realidad es todo menos eso. Si no se tienes una idea clara de por qué se hace, con el tiempo puede resultar bastante desmotivador, lo que lleva al abandono de esta buena práctica. En este artículo, vamos a descubrir por qué es importante ahorrar e invertir por objetivos, y cuáles son las ventajas de esta estrategia sobre las soluciones tradicionales.
¿Qué significa ahorrar e invertir por objetivos?
A menudo, la gente se acerca al mundo de la inversión con preguntas inadecuadas que a largo plazo pueden llevar a muchos errores, como por ejemplo:
- ¿Es el momento adecuado para invertir?
- ¿En qué sector o país debería invertir mis ahorros en este momento?
- ¿Qué rendimiento tendrá la inversión?
No es posible pensar que ahorrar e invertir el dinero con el único objetivo de superar al mercado, dada la aversión natural al riesgo, nos permitirá alcanzar nuestros objetivos. Las preguntas correctas deberían de ser las siguientes:
- ¿Cuáles pueden ser mis necesidades futuras?
- ¿Qué quiero conseguir con esta inversión? ¿El dinero para mis vacaciones soñadas o para la educación de mis hijos?
- ¿En qué situación financiera me encuentro ahora y cuáles son mis necesidades?
Ahorrar e invertir por objetivos específicos es una estrategia de gestión del dinero que te permite dividir la nversión en tantas carteras diferentes como objetivos tengas y gestionar cada una de ellas de la forma más adecuada.
Esta estrategia contrasta con el método tradicional, según el cual todos los objetivos se combinan en una única inversión. Sin embargo, como cada objetivo tiene características diferentes, en términos de horizonte temporal y perfil de riesgo, esta estrategia no puede calificarse de eficaz.
Sería como tratar dos dolores diferentes con un solo medicamento: no será tan eficaz para ambos. Por lo tanto, es importante tener en cuenta que la inversión no es el fin, sino el medio para alcanzar los objetivos. Por lo tanto, sin un objetivo claro, los medios tampoco serán adecuados.
¿Por qué es importante ahorrar e invertir por objetivos?
Además de las razones ya mencionadas, numerosos estudios muestran que la mayoría de los fracasos de inversión se deben a la falta de especificidad y concreción en la definición del objetivo para el que se ahorra e invierte. Tener una idea clara de lo que quieres conseguir es la clave para alcanzar el objetivo.
¿Qué ventajas ofrece esta estrategia?
Podríamos decir que ahorrar e invertir para objetivos específicos te permite varias cosas:
- Tienes una mayor predisposición para ahorrar.
- No subestimar los recursos económicos que necesitarás si se empieza a acumular un fondo de inversión a tiempo.
- Seguir el camino del ahorro y la inversión de forma metódica y coherente, definiendo una cantidad que se destinará cada mes a este fin;
evitando asi todos esos errores dictados por las emociones y la irracionalidad. - Definir una estrategia adaptada a cada objetivo, identificando los productos financieros que mejor responden a características como el horizonte temporal y la capacidad del riesgo.
¿Cómo identificar los objetivos?
Siempre que decidas emprender un camino de ahorro e inversión, es esencial que te preguntes por qué lo haces. Como hemos visto, esta estrategia maximiza la eficacia de la gestión del dinero.
Para definir un objetivo de ahorro e inversión SMART, según el método ideado por el psicólogo estadounidense Edwin Locke, debería ser:
Específico: Es importante identificar un objetivo concreto,
Medible: El objetivo debe tener una cantidad específica, como «1.000 euros».
Accesible: Debe ser proporcional a tus posibilidades y, por tanto, alcanzable.
Relevante: El objetivo debe ser de especial importancia para el ahorrador, representando así una necesidad o un deseo futuro.
De duración limitada: Debe ir asociado a un plazo en el que se espera alcanzarlo.