Una de las cosas más importantes que puede proporcionar el dinero es la tranquilidad. Poder irse a la cama por la noche sin tener que preocuparse por las emergencias financieras tiene un valor incalculable. Los acontecimientos inesperados de la vida, como los problemas de salud y/o la pérdida de un empleo, pueden tener un impacto negativo en tus finanzas, con efectos negativos evidentes para ti y tu familia.
En los últimos dos años, por ejemplo, muchas personas han sido despedidas debido a la pandemia, y muchas ni siquiera han recibido un salario durante mucho tiempo. Piensa en una familia que vive con un solo sueldo y que quizás tenga uno o más hijos a su cargo. Son acontecimientos potencialmente devastadores si no se gestionan con antelación.
Está claro que la mayoría de estos acontecimientos no están bajo tu control y a menudo no puedes evitarlos. Lo que sí puedes hacer es crear tu propio fondo de emergencia para estar tranquilo incluso en caso de adversidad financiera.
¿Qué es un fondo de emergencia y para qué sirve?
Un fondo de emergencia, como la propia palabra indica, es un fondo destinado a ser utilizado en caso de emergencia. Tenerlo te permite evitar verte obligado a recurrir a soluciones rápidas como préstamos de última hora, pagar con tarjetas de crédito (sin tener el dinero en tu cuenta), liquidar tus acciones si eres un inversor y/o incluso tener que vender o hipotecar bienes importantes como tu casa.
El fondo de emergencia debe ser equivalente al dinero que necesitarías para hacer frente a un periodo de emergencia, incluso prolongado. El fondo se utiliza para hacer frente a los gastos obligatorios (hipoteca, alimentación, gastos médicos, etc…) y para evitar impactos negativos en su estilo de vida y el de su familia.
No hay una regla fija y varía mucho en función de factores como el número de personas del hogar que reciben ingresos, los gastos del hogar, si tienes ingresos adicionales a los habituales del trabajo, si tienes un seguro que te proteja contra la pérdida de empleo, etc…
¿Cómo se construye el fondo de emergencia?
Hay tres cosas básicas que puedes hacer para crear tu fondo de emergencia:
- Identificar y clasificar tus gastos con un presupuesto.
- Calcula cuánto necesitas tener en tu fondo de emergencia.
- Calcula cuánto tiempo puedes aguantar con ese fondo.
Vamos a desarrollarlo con mas detalle en los siguientes puntos.
Identificar y clasificar tus gastos con un presupuesto
Para saber cuánto necesitas ahorrar para una futura emergencia, primero tienes que saber cuánto y cómo sueles gastar. En otras palabras, tienes que elaborar tu presupuesto mensual.
Hacer un presupuesto puede parecer una tarea tediosa y difícil al principio, pero debes saber que es un aspecto absolutamente crucial para tomar el control de su futuro financiero. En realidad, se trata de un proceso bastante simple y sencillo que, después de un tiempo, se convierte en un hábito automático.
Para hacer un buen presupuesto, lo único que tienes que hacer es registrar los gastos que haces cada mes y dividirlos en gastos necesarios e innecesarios.
Calcula cuánto necesitas tener en tu fondo de emergencia
Una vez que hayas hecho un seguimiento de tus gastos, podrás calcular cuánto necesitas y cuánto no. Pongamos un ejemplo: supongamos que los gastos necesarios mensuales de tu hogar ascienden a unos 1.500 euros y los gastos innecesarios a 1.000 euros, lo que hace un total de unos 2.500 euros gastados cada mes.
En función de tu situación personal, debes procurar constituir un fondo de emergencia equivalente a entre 6 y 18 meses de gastos obligatorios. En el ejemplo visto anteriormente, esta cantidad puede oscilar entre 9.000 y 27.000 euros. Sólo tú puedes decidir exactamente cuánto ahorrar.
Si piensa que ahorrar para cubrir los 6 a 18 meses de gastos obligatorios es demasiado, no te desanimes: es normal que al principio le parezca difícil. Debes saber que no eres el único que tiene este miedo. La buena noticia es que conseguirlo es más fácil de lo que piensas. Sólo necesitas un poco de paciencia y disciplina.
No hay una receta universal. Lo importante es entender que si puedes controlar tus gastos, podrás saber cuánto necesitas para tu fondo de emergencia y dónde puedes ahorrar para acelerar la acumulación de este dinero.
Crear una cuenta separada para acumular el fondo de emergencia
Para constituir tu fondo de emergencia, te recomiendo que abras una cuenta bancaria independiente a la que puedas transferir el dinero ahorrado. La ventaja de tener una cuenta separada es que puedes «olvidarte» de este dinero para no correr el riesgo de gastarlo de forma impulsiva.
Una técnica que te recomiendo utilizar es establecer una transferencia automática desde la cuenta corriente que utilizas para los gastos diarios a otra que no utilizas mucho. Elige una fecha para la transferencia que esté muy cerca de la fecha en la que recibes tu salario. De este modo, el dinero saldrá de tu cuenta corriente en cuanto lo recibas, y no tendrás la tentación de gastarlo cuando no lo veas.
¿Cómo asegurar el fondo de emergencia?
Una vez alcanzado el objetivo, llega la parte más difícil: conservar el capital.
Recuerda que se trata de un dinero que debe poder utilizarse en cualquier momento en caso de emergencia. Por lo tanto, es imprescindible que el dinero sea líquido, es decir, que se pueda utilizar inmediatamente sin tener que realizar ningún tipo de operación. Por ponerte un ejemplo, no puedes considerar un reloj de lujo como parte de tu fondo de emergencia.
Para que tu fondo de emergencia tenga fácil acceso, liquidez y seguridad, seguramente tendrás que sacrificar los ingresos potenciales. Busca soluciones que te permitan proteger tu capital de la inflación sin sacrificar nada de lo anterior. Si está pensando en invertir este dinero en la bolsa o en otras actividades más o menos arriesgadas, te aconsejo que te detengas y lo pienses bien.
El objetivo de este dinero no es ganar dinero, sino gestionar las emergencias. Sería mucho más prudente mantenerlo a salvo y crear otro plan separado para tus inversiones. De este modo, si algo va mal con tus inversiones, tendrás tu propio fondo de emergencia para hacer frente a situaciones desagradables a corto plazo.