Trata de imaginar lo que se siente al realizar como adultos los mismos sueños que teníamos de niños, pero de los que quizás ya no teníamos ningún recuerdo. Y es que uno se plantea profundamente si la vida que estamos viviendo actualmente es realmente la que siempre hemos querido, desde que éramos niños.
Si te preguntara, por ejemplo, «¿Cuál era tu sueño de niño…?», ¿Qué dirías?
Seguramente habrá alguien que responda que quería ser astronauta, otra persona dirá que quería ser veterinario. Otros dirán que querían ser bomberos y así sucesivamente… Lo interesante sería preguntarnos cuántos de nosotros nos encontramos hoy, tantos años después, viviendo la misma vida que imaginábamos de niños.
Seamos claros, no quiero ser presuntuoso, por supuesto que no, pero
- ¿Estás realmente seguro de que estás viviendo la vida que siempre has querido?
- ¿Estás realmente seguro de que todos tus sueños y todas tus expectativas se han hecho realidad?
- ¿Estás realmente seguro de que es estúpido, hoy como adultos, soñar despiertos con la misma espontaneidad que nos caracterizaba cuando éramos niños?
Esta es claramente una respuesta que tú y solo tú puedes darte, pero una cosa es cierta, TENER UN OBJETIVO CLARO, DE UNA FORMA U OTRA, TE LLEVARÁ A CONSEGUIRLO.
La ley de atracción
Para los que no sepan de qué hablo, se trata de una «fuerza metafísica» que lleva al universo a darnos todo lo que deseamos siempre que seamos claros con nosotros mismos sobre lo que realmente queremos. Lo interesante es que esta fuerza de atracción no nos da materialmente -en el verdadero sentido de la palabra- lo que realmente queremos.
Más bien, nos permite atraer «herramientas» que, por nuestra parte, debemos necesariamente aprender a ver para que nos conduzcan directamente a la meta final.
Son innumerables los autores que han dedicado su vida al estudio de esta fuerza metafísica. Independientemente de que lo creas o no, la historia nos demuestra que las personas con éxito demuestran que tener un objetivo claro y preciso te lleva directamente al resultado.
Pongamos un ejemplo…
Supongamos que a ti no te va bien económicamente en los últimos tiempos y, por tanto, necesita dinero. ¿Cuál sería entonces tu hipotético deseo? Tal vez el de generar una cierta cantidad de dinero, ¿no?
Bien, establecer un objetivo claro y medible es sin duda un punto de partida importante. El concepto es sencillo: tú fijas el objetivo, el Universo te permite atraer a tu vida un «instrumento» capaz de darte lo que deseas.
¿Y sabes por qué ocurre esto?
- Porque tus creencias influyen en tu actitud mental.
- Tu actitud mental influye en tus acciones.
- Tus acciones repercuten en tus resultados.
Considera que lo que acabo de exponerte es lo que Tony Robbins, el mayor experto en PNL del mundo, denomina «el ciclo del éxito«. Es exactamente el mismo patrón que las personas de éxito -de cualquier país y en cualquier sector- siguen habitualmente para hacer realidad sus sueños y objetivos.
Y esto es exactamente lo que le insto a hacer también. De hecho, estoy seguro de que en alguna caja polvorienta del desván de tu casa, seguro que tienes «algún trozo» de tu vida infantil que está esperando a ser recogido y «mejorado».