Invertir es un arte, muchas veces lo que intentas lograr no ocurre como esperabas llevándote a perder grandes cantidades de dinero.
Esto quizás no le afecte a quien tenga mucho más de lo que necesita en el banco, pero para la persona promedio que vive el día a día toda inversión se convierte en la oportunidad perfecta para un mejor futuro, al menos en nuestra mente.
Cuando apostamos a algo, visualizamos todo lo que pudiera pasar si nos va bien, rara vez pensamos que nuestra apuesta se irá por el desagüe. Quizás el tener poco, o lo suficiente, nos lleva a buscar algo «seguro» en qué invertir. No podemos andar desperdiciando el dinero que tanto nos costó obtener en ideas nuevas poco probadas.
Yo me considero un inversionista inteligente. Pero no del tipo que tiene el ojo montado en la próxima tendencia mundial o en la bolsa de valores listo para hacer una compra o un movimiento financiero. Siempre invierto en todo aquello que se con 100% de certeza me dará un retorno de inversión en no más de 2 años.
Estas son mis 5 inversiones no negociables
- INVIERTO EN MI MENTE: Libros, conferencias, cursos, etc. Todo lo que me ayude a crecer como persona y profesional ni le pregunto al banco su opinión. Este tipo de inversión se afianzó más cuando entendí la responsabilidad integrada del adquirir información, el aplicarla
- INVIERTO EN MIS ESPACIOS: La pandemia me mostró mi lado oscuro, había descuidado por completo mi vivienda por siempre estar en otro lado. Al verme forzado a trabajar desde casa, abrí los ojos a la importancia de contar con un ambiente ligero, limpio y organizado. No dejo de invertir en mejorar mi cuarto, oficina y vivienda en general.
- INVIERTO EN MI FÍSICO: Comer de acuerdo a los macronutrientes que requiere nuestro cuerpo es un atajo para tomar mejores decisiones. Si, comprar proteína en altas cantidades puede subir la factura mensual, pero entendí que me sale más caro estar físicamente apagado por comer tanto carbohidrato. Del mismo modo, ir a un gimnasio es una gran inversión si lo sabes aprovechar.
- INVIERTO EN MI PROFESIÓN: Toda herramienta, software o proceso que haga mi trabajo más simple para garantizar un mejor desempeño durante mi rutina laboral, lo adquiero. Hago una breve inspección de las opciones a nivel de precio, pero nunca compro el mas barato solo por barato. Si hay que pagar un poco más por mayor calidad, se paga.
- INVIERTO EN MI PAZ MENTAL: Siempre saco tiempo para pensar, leer y caminar, tres actividades que me relajan, me oxigenan y me permiten ver mis próximas decisiones con ojos frescos. Cuando me encierro en una burbuja laboral sin darme tiempo de descanso, mi trabajo paga el precio.
Nunca he contado con la suerte de tener cerca a alguien con mucho éxito en los negocios que me revele el ABC de las inversiones. He leído libros sobre el tema, he visionado conferencias de grandes financieros pero poco más.
¿Pero sabes lo que es seguro que funciona? Toda inversión que hagas en ti mismo como persona o profesional. Y realmente pocos lo hacen. Prefieren colocar dinero comprando criptomonedas cuando ni siquiera se han tomado la molestia de estudiar a fondo el tema, esperando «más dinero». Pero desde mi punto de vista, esta es una estrategia de corto plazo.
Una persona con dinero extra, que no invierte en si mismo, podrá alcanzar cierto éxito financiero, pero poco le servirá si no sabe administrarlo ni hacerlo crecer. Es como darle un Ferrari a un jovenzuelo de 18 años que solo quiere impresionar a los demás.
No hay inversión más segura que la que hagamos en nosotros, eso lo podemos controlar. Rechazarla nos indica una sola cosa: El camino que elegimos para el éxito, está pavimentado por la opinión de los demás.