Hoy toca hablar de un tema que está muy de moda: El crecimiento personal. Un mundo muy extenso donde se puede aprender mucho. Hoy daremos unas buenas pinceladas para enseñar a pensar.
Empezamos fuerte diciendo que: «¡No hay ganancia fácil si antes no has trabajado en ti mismo!«. Se construye una casa con ladrillos, pero son los cimientos los que la mantienen en pie.
Este razonamiento que intento hacer es válido en todos los ámbitos de la vida. Donde hay pasión, conocimiento, experiencia y habilidad, se puede alcanzar el éxito; y tú, querido amigo, estoy seguro de que eres muy fuerte en tu sector. Tienes una gran habilidad, un gran entusiasmo, una gran pasión y, sobre todo, te actualizas constantemente.
Así que te pregunto: ¿Por qué no eres tan cuidadoso en el ámbito financiero como en tu trabajo?. ¿Por qué no piensas en los riesgos que puedes correr al tomar una decisión inadecuada y en las consecuencias que puede tener para ti y tu familia?.
De todo esto, sin embargo, no te culpo. En España no hay educación financiera.
España es un país con un bajo nivel de cultura financiera, como se desprende de diversas encuestas realizadas sobre el tema, inadecuado para la complejidad de las decisiones que hay que tomar en la vida cotidiana y a lo largo de la vida. Por ello, se hacen necesarios conocimientos económicos y financieros.
Esta fragilidad cultural tiene efectos potencialmente negativos en el bienestar de los individuos y del sistema-país en su conjunto.
La educación financiera debería encontrar un lugar apropiado en las escuelas españolas, empezando en la enseñanza primaria y continuando con mayor intensidad en la secundaria. Y, por supuesto, hay otros lugares además de las escuelas: sindicatos, asociaciones profesionales, etc..
El otro lugar por excelencia es la familia: hablar de dinero, ahorro, inversiones en familia es importante. Información que marca la diferencia.
Por último, también es importante el papel del individuo a la hora de mejorar su concienciación y, por tanto, sus conocimientos financieros para tomar las decisiones correctas. La base del proceso de toma de decisiones es la información “correcta”. El amigo, el primo, el vecino son a menudo engañosos.
La información DEBE ser de calidad. Piensa antes de actuar.
Aquí es donde entro yo y hago mía una cita de Sócrates: «No puedes enseñar nada a nadie, sólo puedes hacerles pensar«. Ya no basta con transmitir conocimientos, destrezas y habilidades. También es necesario transferir la capacidad de hacer reflexionar, razonar y pensar.
Practicar la actividad de pensar es la forma de adquirir autoconciencia y conciencia de cómo vivir y es, por tanto, la forma más fructífera y poderosa de aprendizaje. PIENSA antes de hacer.